Muchas veces cunado uno dice que vive en Canadá lo primero que escucha es: ¡Qué frio! Por ciertas razones tanto Toronto como Canadá son asociados a los osos polares, esquimales, iglúes, y el frío humanamente insoportable. Algo de eso es cierto: no me refiero al oso ni a los de los iglúes…
Bromas aparte, y como mencionara en el último punto de “11 cosas que descubres al llegar a Toronto (sobre todo en invierno)”, el frío es algo completamente manejable si te equipas con ropa a prueba de Canadá y lo encaras con una actitud positiva.
Como todo en la vida, también existe una contracara de Toronto que es menos popular o conocida pero no por ello menos importante: estoy hablando de las Islas de Toronto que se encuentran ubicadas frente al centro de la ciudad.
Se puede acceder a ellas vía ferry, barco o en avión si viajas por Porter, ciertos vuelos de Air Canada o si cuentas con tu avión particular que operan ahí en el Billy Bishop Toronto Airport.
En las islas de Toronto existe una pequeña comunidad que vive durante todo el año y otra que lo hace durante los meses de verano. Una de las islas cuenta con un parque para niños con juegos y atracciones y hasta una granja con animales que se llama Centreville.
Varias de las islas cuentan con amplias playas donde es permitido nadar. Una de estas playas ubicada en la Hanlan’s Point es famosa por ser una playa donde el uso de traje de baño es opcional.
Las Islas de Toronto cuentan también con una escuela, cafetería, restaurant, una estación de bomberos, una de policía, 3 clubes de yatch y una marina.
Por su particular ubicación y atracciones es un lugar ideal para visitar (especialmente en verano) dado que las temperaturas son más moderadas al estar cerca del agua. La salida se puede acompañar con paseos en bicicletas, carros a pedal y para quienes se animan a los deportes acuáticos, canoas y botes a pedal.